CHEMA MADOZ
BIOGRAFÍA
José María Rodríguez Madoz o más conocido como Chema Madoz nació en Madrid el 20 de enero de 1958. Estudió Historia del arte en la Universidad Complutense de Madrid y más tarde decidió estudiar fotografía en el Centro de Enseñanza La Imagen. Chema comenzó su carrera como artista fotográfico y en muy poco tiempo desarrolló un estilo que le dio a cada una de sus obras un sello único y personal.
El ambiente de la época, los famosos años de la movida madrileña, influyeron en su determinación, en la valentía que se respiraba en el aire por intentar ser uno mismo y perseguir tus sueños.
Lo que hubo al principio fue un acto de fe, dejar un trabajo fijo en un banco para intentar vivir de lo que de verdad le apasionaba. Él ya sabía que se había topado con una veta creativa, que en su caso, se convertiría en oro puro. Y ahí siguió dándole vueltas a la realidad hasta que encontró un lenguaje propio, lo más difícil y lo único que podría convertirle en el artista que es hoy.
La Real Sociedad Fotográfica de Madrid expuso la primera muestra individual del autor en el año 1984. En 1988 la Sala Minerva del Círculo de Bellas Artes inauguró su programación de fotografía con una exposición de sus trabajos. Dos años después, en 1990, comenzó a desarrollar el concepto de objetos, tema constante de su fotografía hasta a fecha. En 1991 el Museo nacional centro de arte Reina Sofía mostró la exposición "Cuatro Direcciones: Fotografía contemporánea Española". Ese mismo año recibió el Premio Kodak.
En el 2000, el fotógrafo madrileño recibió el Premio Nacional de Fotografía de España. Ese mismo año, la Bienal de Houston Fotofest le reconoce como "Autor destacado". Su obra sobrepasa las fronteras españolas llegando no solo a la ciudad norteamericana sino también hasta el Chateau d´Eau de Toulouse (Francia). Ese año recibió el premio Higashikawa, en Japón.
En los siguientes documentales podremos aprender un poco más sobre la vida y el arte de Chema Madoz, nos cuenta cómo se inspiró para hacer sus fotografías y el modo que tiene para trabajar.
OBRA ARTÍSTICA
“Chema Madoz descubre lo extraordinario dentro de lo cotidiano”. Esta frase, quizá, resume la característica principal del trabajo de Chema Madoz. Sus fotografías pueden ser consideradas como poemas visuales, nos muestra objetos cotidianos distorsionados de formas surrealistas, incluso haciendo ilusones ópticas al alterar su uso original.
Todas y cada una de sus fotografías tienen diversas lecturas. La minuciosidad de cada detalle en unas fotos aparentemente sencillas, logra que la atención se dirija a aquello que nos hace reflexionar para darnos cuenta de que la única realidad es la multiplicidad de realidades.
Primero imagina, trastoca y tergiversa, y una vez que ha “soñado” la imagen, entonces entra en acción su cámara tomando nota de lo imaginado. Primero realiza un boceto del objeto que quiere usar para tener una aproximación de lo que sería el resultado final y así ve si lo que imagina funciona o no, luego ya va la cámara.
Con esa capacidad común a los poetas, la de ver más allá de la realidad, la de intuir otros mundos que están en este pero ocultos para la mayoría, ha ido levantando una obra que sorprende, nueva, única y en blanco y negro.Pero es mejor ver sus fotos que explicarlas; su peso, la composición y el tamaño… Porque otra de las habilidades especiales de Madoz consiste en saber detectar la escala exacta que deben tener sus objetos, las dislocaciones del sentido al tamaño exacto.
Sus imágenes son absolutamente reales, apegadas a los objetos, muchos de ellos de uso cotidiano, humildes, como un dedal o un pan de pueblo. Otras más sofisticadas, elegantes, algunas punzantes, casi todas silenciosas. Enhebradas muchas de ellas por un hilo de humor fino.
COMENTARIO DE IMÁGENES
En esta imagen se puede observar la hoja de un árbol con marcas de algunas palabras escritas en ella, podría ser una metáfora sobre como en ocasiones hacemos un uso excesivo de hojas de papel en las que escribimos, usándolas para cosas pequeñas o sin importancia, sin ser verdaderamente conscientes de que cuantos más folios gastemos, más árboles van a ser talados.
En esta fotografía se muestra un reloj de muñeca con las vías de un tren simulando sus correas, esto podría hacer referencia a la rapidez del paso del tiempo, como sin darnos cuenta pasan las horas y no aprovechamos al máximo.

Esta fotografía muestra un birrete con una alcantarilla en la parte superior, en ella Chema Madoz está haciendo una crítica a la educación, al modo en el que los alumnos nos pasamos años memorizando conceptos y soltándolos en los exámenes para que al poco de haber hecho la prueba lo olvidemos y sustituyamos esa información por una nueva.
En esta imagen aparece un blister con los huecos de un par de pastillas y como si un cargador estuviera enchufado a él, hace referencia a la adicción que tienen algunas personas a las pastillas, al hecho de que llegan a un punto en el que si no han consumido no saben cómo vivir.





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